Garudá es un pájaro mítico, considerado un dios menor (o semidiós) en el hinduismo y en el budismo. Generalmente es iconizado como un águila gigante y antropomórfica: cuerpo humano de color dorado, rostro blanco, pico de águila y grandes alas rojas. Es muy antiguo, enorme y puede tapar la luz del sol.
Probablemente la palabra sánscrita garudá provenga de la raíz grī y signifique 'devorador'; antiguamente era identificado con el devastador fuego del Sol; la pronunciación aguda proviene de la tradición oral.
Es jefe de la raza de las aves y enemigo de la raza de las serpientes, hijo de Kaśiapa Muni y Vinatā. Según el sagrado texto épico Mahābhārata, al nacer Garudá los dioses se atemorizaron debido a su terrible brillo corporal. Supusieron que era Agní (el dios del fuego) y le pidieron protección. Luego descubrieron que era un bebé, y aun así lo alabaron como un ser supremo y lo llamaron Fuego y Sol.
Aruná, el amanecer personificado y auriga de Suria (el dios del Sol), es hermano mayor de Garudá —o hermano menor, según Religious Thought and Life in India (Brāhmanism and Hindūism) (pág. 104), de sir Monier Monier-Williams—; y Swahá, la esposa de Agnídev (el dios del fuego), adopta la forma de una Garudī femenina para aparearse con Garudá.
Garudá, junto con los rishis, ayudó a romper la suspensión de hostilidades entre Indra (el rey del cielo) y el piadoso asura (‘demonio’) Vritra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario