En 'Amérika' la adivinación se lleva a cabo a través de los alucinógenos; éstos inducen al estado Alfa y luego Theta.
Mediante la injesta de alucinógenos, la concentración mediante ritmos monocordes, cánticos o danzas y un ambiente cálido en torno a la hoguera, la mente se relaja, sus ondas comienzan a volverse más lentas, siguiendo un ritmo más coherente y uniforme, con una frecuencia de entre 8 y 12 Hz. Estas ondas se asocian con la desconexión del mundo cotidiano y la entrada al mundo de los espíritus.
Más profundo: Al pasar de la calma a la somnolencia el cerebro emite ondas más lentas y sumamente rítmicas, con una frecuencia que oscila entre los 4 y los 7 Hz. Todas las personas generan ondas theta por lo menos dos veces al día; son aquellos instantes en los que vagamos entre la somnolencia consciente y el sueño profundo, y nuevamente cuando salimos del estado del sueño y despertamos. El estado theta suele estar acompañado de imágenes mentales oníricas, impredecibles y sorpresivas, conocidas como imágenes hipnagógicas. Estas imágenes sorprendentemente reales suelen dejar profundos recuerdos, particularmente en la infancia. El estado theta ofrece acceso a material inconsciente como la introspección, la asociación libre, la inspiración creativa, etc. Es un estado misterioso y elusivo, potencialmente productivo y satisfactorio, pero difícil de mantener: las personas suelen quedarse dormidas en cuanto comienzan a generar grandes cantidades de ondas theta.
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